PESCA EN ALASKA: PROBLEMÁTICA DEL RÍO KENAI



El RIO KENAI

En anteriores artículos ya se he comentado como Alaska es un paraíso para la pesca y para disfrutar de la vida salvaje, pero también se ha desmitificado el icono de la última frontera. Ya no vivimos en la época de los pioneros que comenzaron a colonizar aquellas lejanas tierras, en la actualidad las avionetas y los botes permiten acceder a todos los rincones del 49 estado.

Pero algunos de sus mejores ríos no necesariamente se encuentran aislados, el Río Kenai, el más famoso de cuantos se pescan en Alaska, se puede acceder prácticamente en todo su recorrido por la carretera o navegarlo mediante bote de remos o motor.
Este río de origen glaciar y de aproximadamente 86 km de largo con tres principales grandes lagos en su recorrido y numerosos ríos tributarios, nace en los glaciares de las montañas de la Península de Kenai y desemboca al mar en Cook Inlet, en el pueblo de Kenai. Se encuentra situado a unas tres horas de Anchorage y es objeto de visita no solo de multitud de locales de Alaska, sino también de miles de turistas de todo el mundo, que bien sean ávidos pescadores o meros visitantes pasaran uno o varios días en sus aguas.
Para entender cómo se gestiona este río hace falta bastante tiempo ya que su gestión y normativas varían enormemente a lo largo de su recorrido. Es importante leer bien las principales restricciones en el manual de pesca que publica cada año Alaska Department of Fish and Game (ADF&G). Tomaremos como principal área de estudio la parte baja o “Lower Kenai”, que viene a ser desde el pueblo y puente de Soldotna hasta el puente de Warren Ames, cerca ya de la desembocadura.
Cada río en Alaska tiene un tipo de salmon concreto de las cinco especies que existen y no siempre el tiempo de subida de los peces tiene por qué coincidir, de hecho es muy importante saber con exactitud los días concretos de las subidas fuertes para incidir en nuestra pesca. Estas subidas estarán condicionadas básicamente por el momento biológico y por las condiciones de caudal, marea y luna. Los peces cuanta más agua hay en el río mejor subirán y esperaran a las grandes mareas para entrar en masa. Sin embargo, no realizan todo el camino de subida del tirón, ya que pueden pasarse hasta un mes adentrándose y retrocediendo en el propio rio.
Para adaptarse a las condiciones de salinidad adecuadas, bien para sus agallas o por sus vejigas natatorias, deben estar varios días en la zona intermareal, donde tendrá efecto el empuje del agua por la marea, pero el agua salada no llegara a afectar, ya que el punto de mezcla es un par de millas más abajo. El lugar es único y estratégico para los peces, y no solo se acumularan multitud de adultos esperando en los profundos agujeros, si no que los propios alevines esperaran un tiempo para también adaptarse a migrar al mar.
El entorno de este ambiente es el propio de un estuario, donde el sustrato del lecho del rio y de la ribera estará principalmente formado por cantos rodados y por arenas y limos de todo tipo de procedencia, bien marina, sedimentos o materia orgánica. La vegetación principal es herbácea y arbustiva, habiendo escasos arboles ocupándola en estas millas bajas. Debido al movimiento de las mareas de unos tres metros, los limos de la rivera estarán expuestos a la acción erosiva del agua de manera natural bien durante las riadas o los propios episodios de deshielo con un gran arrastre de materiales.
Pero ese punto del río no solo es muy importante para los salmones de paso, sino que también es zona de desove para los salmones King (Chinook) y zona de alimentación de sus propios alevines, que compartirán nicho con ejemplares de trucha autóctona. Por lo tanto estamos en un enclave muy concreto, de vital importancia para los salmones y de alta sensibilidad ambiental.
Los salmones durante su tiempo de ascensión por el rio y puesta no comen, pueden tardar aproximadamente dos meses en realizar su recorrido desde el mar hasta que mueran en su totalidad. En el Kenai algunas especies como el Red (Sockeye) no predaran sobre nada, pero otras como el King, el Pink (Humpy) o el Silver (Coho) si lo harán y será sobre huevas o imitaciones de pequeños peces como el Sculpin o crías de salmónidos que habitualmente se alimentan de las huevas. La razón por la que muerden los cebos vivos o imitación de hueva, es porque cada hembra pone los huevos en el nido y los diferentes machos presentes intentaran fecundarlos simultáneamente, pero el macho dominante se comerá los huevos fecundados por otros, para prevalecer sobre ellos.

LA PESCA

Evidentemente toda esta información la saben los guías del Kenai, y la utilizaran para proveer las mejores opciones de pesca a sus clientes. Cada guía puede llevar un máximo de cinco personas en su bote y podrá realizar dos salidas, una de seis a doce de la mañana y la otra de doce a seis de la tarde. Cada cliente suele pagar aproximadamente doscientos cincuenta dólares por salida más las propinas.

Los salmones Red y Pink se suelen pescar desde el puente de Soldotna hacia arriba y en la orilla, los Silvers se pescan desde Agosto hasta Octubre por todo el cauce y generalmente en bote, pero sabiendo donde y como también se pueden pescar desde la orilla. Sin embargo los más apreciados, los King solo se pescan desde bote y generalmente en la zona mencionada, ya que es la mas fructífera. Para la pesca en bote de motor los domingos solo se puede realizar si eres un local y los lunes no puede haber botes de motor en el rio.
La época de pesca del salmon King es desde Junio hasta Agosto, tienen dos subidas o runs, una primera a finales de Junio, con salmones más pequeños o Jacks, y otra, la más importante donde suben los monstruos, la última quincena de Julio. Esta última se suplementa con la entrada de los primeros Silvers, pero nadie los pescara hasta Agosto. Por lo tanto, tenemos el mes de Julio y los primeros días de Agosto el rio lleno de pescadores. Además coincide con la fuerte subida de los Reds que es justo en el medio de Julio. El río bulle de gente y de vida, los días son los mas cálidos y el caudal el mayor debido a las lluvias y especialmente al deshielo de los glaciares.

PROBLEMÁTICA

Todo este comercio que se ha generado en Kenai entorno al salmón ha facilitado que se desarrollen multitud de lodges privados de pesca en la orilla del rio, donde trabajan aproximadamente unos 500 guías cualificados. De acuerdo a los conteos realizados por las agencias del estado de Alaska que gestionan el río, durante una mañana de Julio se pueden contabilizar unos 700 botes de motor en el bajo Kenai. Estos botes utilizan la técnica de pescar el agujero mediante varias pasadas, bien por drifting o deriva o por back trolling, algo parecido a un curricán estático. Cada vote realizara unas dos o tres pasadas en el agujero, por lo tanto en una mañana es posible contar cerca de 2.500 pasadas de botes.



Estos botes generan ondas, que al llegar a la orilla se convierten en olas que rompen perpendicularmente a esta aportando un nivel de abrasión muy elevado. Existen diversos estudios (Maynord) que certifican como esas olas generan erosión y con ella perdida de materiales, con la consecuente alteración del hábitat y el incremento artificial de la turbidez.

Personalmente he analizado datos obtenidos de turbidez durante tres años consecutivos en el RM 11,5 (River Mile mirando del mar a la cabecera) y los he comparado con la RM 23 como sitio control, donde no se produce un tránsito de botes tan elevado y el sustrato del lecho y la orilla es mas rocoso, con mucha vegetación y sin mareas. El motivo de este trabajo era establecer los valores estándar de turbidez en unidades NTU para el propio río y determinar si se elevan en más de 25 unidades por causas antropogenicas. Es un trabajo encargado por la agencia de protección del medio ambiente de los Estados Unidos.
Estos análisis confirman lo que los protectores de la buena salud del río premeditaban, (kenai Watershed Forum), ya que existe una elevada significancia entre la presencia de botes y el incremento de la turbidez en el punto caliente, con puntos donde no solo excede los valores límites establecidos en 25 unidades, sino incluso en 150. Por lo tanto aquí existe un problema de gestión importante, que no tiene fácil solución ya que la postura de los guías es explotar el recurso a corto plazo y no lo consideran a largo plazo. Si hay alternativas motivadas como incrementar el número de días de pesca a remo de únicamente los lunes a varios por semana, pero obviamente el tipo de pesca y de trabajo de guía, no serviría para todos los que ejercen en la actualidad.


AFECCIÓN A LOS PECES

Como podemos saber de nuestras truchas en el Pirineo, la turbidez supone sólidos en suspensión en el agua, que terminan colmatando y estropeando las puestas de los salmónidos. Pero no es el único mal para los peces, ya que a los alevines les afecta principalmente de las siguientes maneras: dificulta su capacidad de defender el territorio, incrementa la congestión y la abrasión en agallas, reduce su ratio de ingestión y su margen de tipología de presa, eleva su estrés con el consiguiente incremento en producción de ácido láctico y mucosa protectora, debilidad y consecuente elevada exposición a virus y bacterias presentes en los sedimentos. Estos efectos están determinados en la literatura, pero aún no se han realizado experimentos en terreno.



Así mismo a los adultos les produce inevitables molestias durante su momento de aclimatación y rompe la estructura y jerarquía del grupo. Paralelamente provoca una resuspensión de los sedimentos del lecho del río que así mismo perjudicara a las puestas que se efectúen en esta primera parte del río.

Es importante entender que estas anomalías en la turbidez ya han sido comparadas en significancia con los episodios puntuales de mareas vivas, lluvias torrenciales o ruptura de presas naturales en los glaciares y pese a todo sigue siendo más representativa la acción de los botes. Por lo tanto posibles discusiones de este tipo estarían ya contrarrestadas.

CONCLUSIÓN

Si es cierto que los salmones King únicamente pasan uno o dos años en el rio y el resto de los cinco o seis años de vida los pasaran en el mar. Por lo tanto establecer que el número de retorno y el tamaño medio de los peces es menor debido a este único factor es complicado. Se puede comparar junto a otros como el cambio climático, la sobrepesca, la contaminación o la disminución de los peces presa en el mar, pero establecer que este es más o menos determinante frente a los otros supondría un nuevo estudio. De todas formas si se puede garantizar que el tamaño con el que los alevines vuelven al mar es de manera general inferior y que su nivel de desarrollo y resistencia a posibles afecciones en el mar es menor. Por lo tanto si hay una tendencia a establecer esta causa como negativa en la vida de los salmones King. Lo que sucede es que en toda Alaska los kings están desapareciendo por esta y por muchas otras causas, por lo tanto, si bien esta premisa podría servir de escusa, yo la utilizaría más como una manera de poder colaborar en el mejor manejo de los ríos y en la preservación de la especie.

Esta es una realidad de cómo la gallina de los huevos de oro también se termina en Alaska y de cómo los problemas de gestión son solo uno de los muchos saltos por los que tienen que luchar estos magníficos peces. No he mencionado nada sobre la sobrepesca de baja calidad que se realiza en la desembocadura de los ríos salmoneros y por supuesto solo hemos hablado de una especie de salmón en un único tramo del rio. Como podéis haceros una idea la gestión de estos ecosistemas tan demandados por osos y humanos no es para nada sencilla y requiere de mucho tiempo e investigación poder alinear todos los factores. Desde luego que es un desafío del presente asegurar la presencia de los Kings en el futuro, pero no hay que mirar más que hacia otros ríos de Oregon o Seattle para predecir lo que se avecina, si, toca ser realistas y moverse un poco ya que si no los 45 kg del record de King pescado en el Kenai, serán una mera historieta del pasado.
En otros artículos veremos cómo se gestionan y pescan otras especies de salmones y porque, desde luego que es muy interesante no solo poder disfrutar de su pesca, si no, saber más sobre su biología y sobre su estado de conservación. Sobra decir que si alguna vez pueden ir a pescar King al kenai no se olviden de agarrarte bien al bote, ponerte el casco y los tapones para los oídos por qué tener cientos de botes a tu alrededor puede ser un poquito sofocante, y eso que calor no van a pasar!.


PABLO PEREZ MARTINEZ | www.wilextours.com

Pablo ha estudiado licenciatura en ciencias medioambientales, técnico superior en educación ambiental y en la actualidad estudia guía de media montaña. El estudio científico del rio Kenai, pertenece a la tesis del Máster internacional sobre Gestión de Aguas y Costas, por la Universidad de Cádiz y la Universidad de Alaska.
Ha trabajado como guardaparques, gestor y técnico medio ambiental en varios países además de en España, como Nueva Zelanda y Patagonia Argentina. En Alaska también ha sido guía de pesca a mosca y ha ejercido de guía de ornitología en varios de los Parques Nacionales del Pirineo.
En la actualidad Pablo, ofrece actividades de educación ambiental y de servicio guiado de interpretación de la naturaleza, mediante su empresa WILEXTOURS.com. En la web y en el Fbk podrán encontrar más información sobre las salidas que organiza y la disponibilidad que ofrece. No duden en consultar con Pablo para cualquier duda. Además de en Alaska, tiene gran experiencia pescando en otros paraísos como Nueva Zelanda o Patagonia.




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