El pescador a mosca multiespecie

 FLY FISHING MAGAZINE: NO SÓLO TRUCHAS

Hoy en día, la pesca a mosca ha llegado a todas las especies, todo ha evolucionado mucho. Desde las técnicas de pesca a mosca para pescar truchas con micro ninfas, bajos de línea y tippets interminables, hasta la pesca de siluros bien entrados en kilos, que en algunos casos pueden superar nuestro propio peso, y que con una caña de línea 12 nos harán disfrutar y sufrir a partes iguales. La pesca a mosca no tiene limites, y las sensaciones que nos proporciona son como una droga, siempre queremos más y, ¿Por qué pescar sólo truchas?...

Las carpas, peces muy fuertes, y con tamaños espectaculares en algunos destinos como el Ebro y sus pantanos, Extremadura, etc... Son también peces caprichosos, a veces no dan señales de vida, no hay ni rastro de ellas. Otras sin embargo, están muy asustadizas y recelosas, y no hay manera de hacerlas picar. Incluso a veces, no te dan opción ni a presentarles la mosca, y huyen despavoridas. Pero el día que quieren comer son depredadores agresivos como el que más, y la potencia que desplegan al sentirse prendidas es espectacular.

Y hablando de ciprínidos no podemos olvidarnos de los barbos, esos grandes adversarios que ahora están ocupando el lugar que merecen en la pesca a mosca, peces muy potentes, a los que tenemos fácil acceso en ríos y pantanos por toda nuestra geografía, y que podemos pescar a ninfa, streamer y como no, en superficie, para mi la modalidad mas espectacular. ¿Qué más se puede pedir?



Y que decir de los lucios, agresividad y picadas salvajes, que se quedan grabadas en nuestras retinas por mucho tiempo. Picadas explosivas en superficie cuando menos te lo esperas, ataques fallidos a grandes streamers, y que repiten en ocasiones, hasta que consiguen atraparlo bien entre sus fauces increíblemente dentadas. En esos momentos de adrenalina máxima, el corazón parece que se te va a salir por la boca. Emociones a flor de piel las que nos proporciona este pez, cada vez mas difícil de encontrar en Aragón, salvo en algunos reductos con poblaciones cada vez mas reducidas.


Y los siluros, agresividad en estado puro, pueden llegar a morderte las aletas mientras te desplazas con el pato por el agua, o atacar a otro congénere que ya tengamos prendido de nuestra línea.
Ver saltar fuera del agua a un pez de 25 o 30 kilos al sentirse clavado, es algo que no se puede imaginar si no se vive en primera persona.
Que más decir de esta especie. Nos ofrece una lucha de poder a poder, con peces muy grandes, con la fuerza de un tractor, y que en plena pelea con una caña de mosca, nos las hacen pasar "canutas" en muchos casos.



Soy un amante de la pesca de la trucha, pero disfruto igual sacando una gran trucha, que una gran carpa, un gran lucio o cualquiera de estas especies y algunas más que no he nombrado.
Esta es mí primera colaboración para o2natos, si me lo permiten, seguiré colaborando con pequeños artículos y fotos sobre cualquier especie pescada a mosca que pase por mi manos, y algunos comentarios sobre los materiales que suelo utilizar.

Texto y Fotos: Nacho Puyal

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