FLY FISHING IN ALASKA

FLY FISHING MAGAZINE: FLY FISHING IN ALASKA

Qué naturalista, pescador, cazador, o busca tesoros no ha soñado con ir a Alaska, el paraíso de lo salvaje, o al menos eso es lo que nos dicen. Mucho ha cambiado desde que los primeros buscadores de oro fueron a Alaska. Ahora, pese a no existir apenas carreteras es difícil no escuchar a una avioneta constantemente sobrevolando los cielos, pudiendo llegar a todos los lugares de esa inhóspita tierra.



Lo que ocurre en el norte, en Prudhoe Bay, o también llamado North Slope, es un secreto a voces, allí se encuentran las mayores explotaciones de petróleo de Alaska. Esta ya asumido que en ese 49 estado, el petróleo es abundante y las explotaciones continuaran durante muchos años. No tan generalizada es la idea de las explotaciones mineras, que si bien fueron populares sobre todo para el cobre y el oro años atrás en lugares como McCarthy o None, hoy en día da la ligera sensación de que han desaparecido. Esto no es así, actualmente hay numerosas minas en el estado y sobre todo existe la inminente propuesta de la conflictiva Pebble Mine.


Esta potencial mina de enormes dimensiones está localizada en Bristol Bay, donde se encuentra la mayor pesquería mundial de salmón pacifico. Si esta mina se lleva a cabo, las poblaciones de las cinco especies de Salmones pacíficos del continente americano sufrirían un descenso sin precedentes, ya que supone el fin de cientos de ríos de freza y la contaminación de sus aguas.

Asociaciones de pescadores profesionales e incluso de pescadores deportivos, además de naturalistas y tribus locales están manifestándose en contra de este proyecto internacional, pero según parece, existe una alta probabilidad de que unos cuantos quieran seguir haciéndose de oro en “La última frontera”.

Alaska es extremadamente bella y extrema, donde la línea entre la perfección y el infierno es muy delgada, quien pretenda vivir allí, tiene que tener en cuenta que si la respeta tendrá una gran recompensa, pero si le pierde el respeto sufrirá las consecuencias de sus imprudencias. Sí es difícil vivir en desarrollo sostenible en cualquier país, allí donde se depende tanto del medio natural resulta aún más complicado.



Los principales aportes económicos del estado son el petróleo, la pesca y el turismo. Por lo tanto, cual es el grado de nivel explotación que permitirá mantener estos bienes produciendo actividad en un futuro y cuál es el que producirá el desequilibrio en este balance. La naturaleza es fuerte y sabia, si se le ayuda puede incluso recuperarse como lo hizo con la catástrofe del Exxon Valdez o en los ríos mineros como el de Resurecction Creek, pero si sobrepasamos ese límite los efectos pueden ser irreversibles.

Un ejemplo de la situación al límite es como se encuentra la población de King o Chinook Salmon en todo el estado, con un índice de retroceso exacerbado. Estaremos a tiempo de controlar ese fatídico declive o es quizás ya demasiado tarde para esta especie de salmón que puede llegar a alcanzar los famosos 45 kg del Río Kenai. Se han dado crisis poblacionales como en la de principios de los 80, pero esta no es una población localizada en un único río, es un declive generalizado, cuales son las causas, sobre pesca, calentamiento global, contaminación, cambio climático,…, difícil de predecir, pero fácil de especular. ¿De quien es la responsabilidad o quien quiere asumirla para su preservación?. Esta y otras cuestiones sobre los ríos de Alaska irán siendo analizadas en los próximos artículos de este blog, un saludo al lector y espero que se anime a ir descubriendo ese salvaje estado a través de estas líneas.

Texto y Fotos: Pablo Perez Martinez

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